La mayoría de los medios de comunicación parecen más interesados en competir con las novelas y con el cine que en rescatar la única e insustituible esencia del oficio periodístico, que es ir a un sitio, ser testigo de lo que ocurre, hablar con cuantos más protagonistas del asunto, mejor… y acto seguido, contarlo antes y mejor que nadie. ¿A que parece que está tirado? Pues nada: en la mayoría de los medios tradicionales ni se va a los sitios donde pasan las cosas, mucho menos se buscan historias propias; ni se habla con protagonistas, ni tampoco se tiene ninguna prisa en contarlo cuanto antes. ¿Mejor que nadie? Pero si muchos se limitan a cortar y pegar, sin detenerse siquiera a revisarlo por si existe alguna falta de ortografía… Un desastre.